La fuerza en el deporte
Hoy hablaremos sobre la fuerza y la fuerza aplicada al deporte, acciones deportivas y en las valoraciones de la propia fuerza a través de los test adecuados.
El entrenamiento para la mejora de la fuerza es básicamente el único entrenamiento que puede realizar el ser humano para mejorar su rendimiento físico.
Debemos conocer que en toda acción deportiva se dan dos fuentes de fuerza:
- La fuerza (tensión) que genera el músculo, lo que podríamos llamar fuerza interna.
- La fuerza que representa la carga o resistencia que hay que superar, lo que podríamos llamar fuerza externa.
De la interacción entre la fuerza interna y externa surge la fuerza aplicada, que es la fuerza que debemos analizar en el deporte.
Por ello, la fuerza aplicada será el resultado de la acción muscular sobre las fuerzas externas, o dicho de otra manera, será el grado en el que se manifiesta externamente la tensión interna generada en el músculo. Por tanto, la fuerza aplicada no es ni la tensión del músculo ni la carga que se desplaza.
Esto nos aporta una aplicación práctica muy importante, y es que para saber si se ha mejorado la fuerza aplicada (el rendimiento) sólo es necesario medir la velocidad ante la misma carga absoluta. Esta mejora de la fuerza aplicada vendrá generalmente acompañada de una mejora de la “fuerza máxima” medida ante una carga que sólo se puede desplazar una vez (1RM), pero no necesariamente. En cualquier caso, esto seguiría siendo algo secundario, aunque podría ser objeto de análisis para una mejor comprensión y explicación del efecto del entrenamiento.
Mejora gracias a nuestros profesionales, te guiaremos en todo momento para dar el máximo de ti.
El entrenamiento para la mejora de la fuerza es básicamente el único entrenamiento que puede realizar el ser humano para mejorar su rendimiento físico.
Debemos conocer que en toda acción deportiva se dan dos fuentes de fuerza:
- La fuerza (tensión) que genera el músculo, lo que podríamos llamar fuerza interna.
- La fuerza que representa la carga o resistencia que hay que superar, lo que podríamos llamar fuerza externa.
De la interacción entre la fuerza interna y externa surge la fuerza aplicada, que es la fuerza que debemos analizar en el deporte.
Por ello, la fuerza aplicada será el resultado de la acción muscular sobre las fuerzas externas, o dicho de otra manera, será el grado en el que se manifiesta externamente la tensión interna generada en el músculo. Por tanto, la fuerza aplicada no es ni la tensión del músculo ni la carga que se desplaza.
Esto nos aporta una aplicación práctica muy importante, y es que para saber si se ha mejorado la fuerza aplicada (el rendimiento) sólo es necesario medir la velocidad ante la misma carga absoluta. Esta mejora de la fuerza aplicada vendrá generalmente acompañada de una mejora de la “fuerza máxima” medida ante una carga que sólo se puede desplazar una vez (1RM), pero no necesariamente. En cualquier caso, esto seguiría siendo algo secundario, aunque podría ser objeto de análisis para una mejor comprensión y explicación del efecto del entrenamiento.
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